martes, 30 de julio de 2013

Capitalismo y Clientelismo


Por Dusan Vilicic Held

Una réplica a la columna editorial “Capitalismo y Piratería” de Rolando Carrillo Jerez, publicada en Junio del 2013 en la revista DLECHE

En su columna, Rolando Carrillo habla de capitalismo y de cómo las grandes empresas “abusan” de su poder económico, de forma que el capitalismo debe ser “protegido de los capitalistas”. Si bien lo que dice tiene un fondo de verdad, hay muchos puntos en los que erra. Sus errores son muy comunes hoy en día, fruto de ideas erradas que han sido implantadas en la gente por ciertos grupos para su beneficio propio.

El primer punto que toca que requiere una aclaración es el supuesto “abuso de las grandes compañías en desmedro de sus clientes”. Como ya dije en un principio, si bien esta afirmación tiene un fondo de verdad, también parece indicar una idea errónea. Es verdad que por lo menos muchas grandes empresas activamente tratan de ganar ventajas injustas, pero hay que comprender que todos los agentes económicos buscan comprar al menor precio y vender al mayor precio. Esto no es injusto en ningún modo, todos tienen derecho de comprar lo más barato que encuentren y vender lo más caro que puedan. Ojo, que entre menos barreras de entrada haya, más difícil será que un grupo pueda ejercer “poder de mercado”.

Dicho esto, paso al segundo punto que quiero aclarar de la columna. Las barreras de entrada son, hoy en día, prácticamente todas impuestas por el estado. Por ejemplo, en la industria farmacéutica sólo las farmacias pueden vender medicamentos y deben cumplir con una serie de regulaciones que hacen que sea artificialmente caro entrar a competir. En el caso de los medicamentos es especialmente claro esto, si cualquier persona pudiera vender medicamentos, sería mala idea para las farmacias subir sus precios. Esto por motivos obvios: apenas subieran los precios, la gente compraría sus medicamentos en otros lugares. Difícil sería que todos se coludieran para subir el precio de los medicamentos. Claro, habrían de permanecer algunas regulaciones mínimas, como por ejemplo las que evitan que ciertos antibióticos se abusen resultando en cepas de bacterias resistentes. Pero sólo las absolutamente necesarias y nada más.

Los sindicatos son un ejemplo de colusión, después de todo, los empleados son agentes económicos iguales a cualquier empresario. Ellos venden sus servicios en el mercado como cualquier empresario lo hace. Pero esta colusión curiosamente no es mal vista, si no que incluso es llamada ‘derecho’ y protegida por el estado a través de más regulaciones. Todo esto a pesar de que redunde en mayores precios para los clientes, tanto para los empleadores en su rol de consumidores directos de los servicios de sus empleados, como para los clientes de la empresa de forma indirecta.

Lo apropiado es pensar en todo agente económico como un empresario. Al hacer esto, es posible entender mucho mejor la naturaleza de las relaciones entre los diferentes agentes y ver con mayor claridad las dinámicas de las relaciones que hay entre ellos y el efecto que tiene el intervencionismo estatal.

El siguiente punto es sobre la afirmación de que supuestamente el modelo de economía que nos gobierna es el capitalismo. Esto no es completamente cierto. En Chile y el mundo, lo que tenemos es una economía mixta. Hay servicios provistos por el estado, por ejemplo CODELCO, ENAP, la educación y salud públicas, seguridad (policía, defensa), entre otros. Estos son financiados coactivamente por algunos grupos (los que reciben una “devolución de impuestos” neta de valor menor a su aporte) mediante impuestos. También hay empresas privadas dependientes del estado, tales como las concesionarias, empresas subvencionadas de diversas formas. Algunas mantienen su hegemonía en el mercado gracias a la intervención estatal, tal como las farmacias, como mencioné más arriba. Estas últimas pueden ser llamadas compinches del estado. Y finalmente está la cola, el resto cuya financiación y supervivencia dependen sólo de su capacidad para ser eficientes, mantener costos bajos y buenos precios, y no de su capacidad para captar recursos extraídos coercitivamente por el estado.

En definitiva, no es capitalismo el sistema en que estamos inmersos, es una “economía social de mercado”, el “tercer camino”, una combinación de socialismo y capitalismo donde los menos conectados quedan expuestos al mercado, mientras que los que tienen suerte o buenas conexiones políticas (incluidos los políticos y diversos empleados estatales) parasitan al resto de las personas por medio del estado y obtienen las ventajas que son comúnmente llamadas “poder de mercado”.

Quiero también aclarar un detalle que menciona de que el capitalismo “estimula al ser humano a hacer cualquier cosa por acumular”. Nuevamente esta afirmación tiene un fondo de verdad por debajo de un lenguaje que induce a error. En primer lugar, no es el capitalismo lo que induce al hombre a acumular, si no que la propia naturaleza humana. En segundo lugar, la acumulación, bajo un sistema de libre mercado o capitalismo es para el beneficio de todos. Lo explico. En un mercado libre, la única forma legítima de enriquecerse es vender algo que mucha gente quiera a un precio mejor que lo que otros pueden ofrecer, y que sea atractivo para quienes quieren comprar. Si una persona, en un ambiente sin intervencionismo estatal, “perversamente” sube los precios, en primer lugar, venderá menos porque habrá menos gente dispuesta a comprar a ese precio. En segundo lugar, no pasará mucho tiempo antes de que alguien vea la oportunidad y empiece a vender un producto igual o similar a mejor precio y le quite más clientes. En tercer lugar, siempre puede alguien encontrar una forma de ofrecer el servicio más barato siendo más eficiente, usando mejor tecnología, etc., desbancando al anterior. El resultado es que en el largo plazo, las rentabilidades tienden a ser bajas.

Otro aspecto es que poca gente en su sano juicio acumula por acumular, dejando todo bajo su colchón. Lo que generalmente alguien hace es poner sus recursos a producir. Ya sea invirtiendo en otros mediante préstamos, compra de acciones, etc., o invirtiendo en sí mismos mediante capacitación, compra de bienes de capital, contratación de empleados que le permitan enfocarse en lo que hace mejor, etc. Todo esto redunda en que la acumulación no tiende a estar ociosa, si no que productiva, y tiende a irse a los lugares que sean los más productivos, siendo finalmente de beneficio para todos, porque cuando los recursos se usan en donde son más productivos, el resultado es que las cosas son más baratas y abundantes.

También quiero corregir una frase que cita. Mercantilismo, clientelismo, compinchismo o como Peña lo llama, “piratería”, no es un capitalismo sin reglas o con reglas débiles, es una situación en la que algunos grupos bien conectados crean (directa o indirectamente) leyes que los benefician a costa del resto. Los ejemplos que menciona hacia el principio de su columna (bancos, multitiendas, universidades, farmacias), son un claro ejemplo de un exceso de reglas, un exceso de regulación, no una falta o debilidad de ellas. Nunca en la historia ha habido tanta regulación como hoy, y nunca en la historia los grupos bien conectados han tenido más poder y ventajas. Claro que el discurso de ellos será que la causa de las calamidades de hoy es la falta de regulación. Es obvio, ellos son los que hacen las regulaciones a su medida, les conviene, así que claramente van a instigar un aumento de las regulaciones y el intervencionismo.

Finalmente quiero apuntar que la regulación que exista debe ser escasa, pero tal como menciona, debe imponer la justicia (no la “justicia social”, si no la real), hacer que los contratos se respeten, que la estafa, el robo y la agresión en general sea castigada. Esto es mantener un mercado libre, y no otra cosa. Pero también menciona que se debe evitar la codicia. Esto es errado. La codicia en un mercado libre está temperada por las leyes de la economía, que impiden que alguien se salga con la suya por mucho tiempo. Si alguien quiere vender más caro, no va a ganar mucho, porque le saldrá competencia y perderá clientes. Si alguien quiere vender bajo coste será a expensas suyas y para beneficio de sus clientes. Todo esto sólo si no hay intervencionismo estatal de por medio.

En suma, la paradoja del sistema en que estamos inmersos, la economía social de mercado, es que hay que protegerla de los políticos y sus compinches. Esto no sería necesario si de verdad estuviéramos en un sistema capitalista de libre mercado. Si quiere curar una enfermedad, no sirve atacar los síntomas, debe atacar la causa subyacente. En el caso de la economía, lo que usted menciona no son más que los síntomas, mientras que la causa subyacente es el intervencionismo estatal. Ese, y no otro, es el enemigo. No los capitalistas, ni los compinches, que son habilitados por el estado que se arroga poder interventor mucho más allá del necesario.

viernes, 19 de julio de 2013

Profetas de la Propiedad


Artículo original escrito por Lawrence W. Reed y publicado en la página web del Centro Mackinac de Políticas Públicas el 21 de septiembre del 2007. Traducción hecha por Raikko Heikkilä.

(Nota: el siguiente ensayo apareció originalmente en la columna regular “Ideas y Consecuencias” del Sr. Reed, para la edición julio/agosto 2007 del The Freeman, publicación de la Fundación para Educación Económica.)

En 1800, la población de Londres era menor a 1 millón de personas; un siglo más tarde, esta pasaba los 6 millones. Con la llegada del siglo XX, Londres ya había sido la ciudad más poblada del mundo durante 70 años. La población total de Gran Bretaña pasó de 8 millones en 1800 a unos 40 millones en 1900. En los 2.000 años previos, incluso un crecimiento demográfico menor a este usualmente era cortado de raíz por la hambruna, las enfermedades, ingresos decrecientes y reducciones poblacionales.

Pero la Inglaterra del siglo XX era un lugar especial; “el taller del mundo”. Londres se había vuelto la capital del capital, con inversiones privadas en agricultura y florecimiento manufacturero alcanzando una escala record durante la segunda mitad del siglo. El año en que la Reina Victoria ascendió al trono, 1837, vio menos de 300 solicitudes de patente para nuevos inventos, pero para el fin de siglo ese número excedía las 25,000 solicitudes anuales. El ingreso per cápita en las vísperas de la Primera Guerra Mundial era tres veces mayor de lo que había sido cien años antes; la expectativa de vida creció un 25% durante ese periodo. Si bien había más bocas que alimentar y cuerpos que vestir, el emprendimiento británico estaba alimentándolos y vistiéndolos mejor de lo que el mundo jamás había experimentado antes. Fue el mayor florecimiento de resolución de problemas, creatividad, ingenio e innovación que se haya visto en la historia.

Colin Pullinger, hijo de un carpintero en Selsea, es una muestra clara del emprendedor inglés del siglo XIX. Pullinger diseñó una “trampa perpetua para ratones”, que podía atrapar de forma humanitaria a una docena de ratones en una noche, y logró vender 2 millones de estas. Tal vez Ralph W. Emerson pensaba en él cuando escribió, “si un hombre escribe un mejor libro, declama un mejor sermón o hace una mejor trampa de ratones que su vecino, aunque construya su casa en el bosque, el mundo hará un recurrido camino hasta su puerta.”

A medida que los 1800s llegaban a su fin, el sistema que hizo posibles estos logros extraordinarios, el capitalismo, se vio bajo asedio. A medida que la pobreza declinaba masivamente por primera vez, la sola presencia de la pobreza restante suscitó llamados impacientes por la redistribución de las riquezas. Alrededor del mundo, los marxistas pintaban a los capitalistas como explotadores y monopolistas. En Inglaterra, Charles Kingsley argumentaba que el Cristianismo requería un orden socialista, y se formó la Sociedad Fabiana para ayudar en su concreción. Muchos hombres de negocio sin escrúpulos se volvieron al estado buscando favores y protección ausentes en los mercados competitivos. ¿Aparecería acaso alguien que defendiese al capitalismo con el mismo vigor y pasión de aquellos que se le oponían?

Por lo menos un grupo lo hizo: la Liga de Defensa de la Libertad y la Propiedad. A pesar de que su trabajo ha pasado a ser mayormente olvidado, lo que el mundo aprendió sobre el socialismo en el siglo siguiente definitivamente vindica su mensaje. Su nombre provino de la creencia de sus miembros de que la libertad y la propiedad eran inseparables y que, a no ser que se defendiesen exitosamente, ambas serían eliminadas por las tentaciones seductoras de un estado coercitivo.

El fundador de la liga, en 1882, fue un combativo escocés llamado Lord Elcho, quien más tarde paso a ser décimo conde de Wemyss como miembro de la Cámara de los Lores, y conocido de ahí en más simplemente como “Wemyss”.

Originalmente elegido para el parlamento en 1841 como un conservador proteccionista, eventualmente se volvió al libre comercio y revocó las Leyes del Maíz en 1846. Más tarde pasó a ser un vocal partidario de ideas ahora consideradas como liberales clásicas. En la tercera reunión anual de la organización en 1885, Wemyss expresó su esperanza de que los esfuerzos de educar al público “causarían una inundación tal, que con el curso del tiempo barrería con todos los intentos del estado de interferir en las transacciones de la vida en el caso de cualquier británico de cualquier clase… Ninguna nación puede prosperar con interferencia estatal indebida, y sin que su gente tenga permitido administrar sus propios asuntos de su propia manera…”

Wemyss y sus amigos consiguieron portavoces y asistencia económica; enlistaron escritores y oradores públicos. Hicieron publicar y circular ensayos y panfletos. La organización operaba como un centro de pensamiento activista con un brazo lobista. La Liga trató de movilizar a la opinión pública en contra de ciertas legislaciones, funcionando como un “vigilante legislativo del día a día”, según la visión del historiador Edward Bristow; incluso llegaron a programar testimonios previos a las audiencias parlamentarias. Un panfleto de la Liga atacó la presentación de una “legislación maternal” como una transgresión contra la libertad de contrato. Armados con los argumentos dados por los miembros y simpatizantes de la Liga, los aliados de Wemyss en el Parlamento se deshicieron de cientos de leyes intervencionistas en los 1880 y 1890.

Los opositores de la Liga usualmente la acusaban de estar motivada por el deseo inherente de lucro en sus miembros, pero en realidad sus ideales filosóficos iban primero. Entre sus filas se hallaban algunos de los intelectos más brillantes de la época, siendo quizás Herbert Spencer el más notable. Autor del clásico libertario, “El Hombre contra el Estado”, Spencer fue el filósofo más vendido de su época y llegó a ser nominado para un premio Nobel de Literatura. Él veía la libertad como la ausencia de coerción y como el requisito más indispensable para el progreso humano. La posesión de propiedad era un derecho individual que no podía ser transgredido moralmente a menos que un individuo amenazara la propiedad de otro. Spencer ha sido demonizado como un apóstol de un Darwinismo social desalmado de la supervivencia del más fuerte por aquellos que eligen ignorar su mensaje central, que sostiene que la superación personal de un individuo puede lograr más progreso que la acción política. Una crea riqueza, mientras la otra meramente la toma y la reparte. 

Auberon Herbert fue un acólito de Spencer, cuya defensa del voluntarismo halló suelo fértil entre los miembros de la Liga. Su advertencia centenaria sobre los peligros del intervencionismo estatal hace eco como una profecía: “Ninguna cantidad de educación estatal formará una nación inteligente; ninguna cantidad de Leyes de Pobreza pondrá a una nación sobre la necesidad; ninguna cantidad de Actas de Fábricas nos hará mejores padres. Ver nuestras necesidades suplidas de la nada por una enorme maquinaria estatal; ser regulados e inspeccionados por grandes ejércitos de agentes, esclavos también del sistema que administran, en el largo plazo no nos enseñará nada, (y) no nos beneficiará en nada.”

En un ensayo de 1975 publicado en el “The Historical Journal” de Cambridge University Press, el historiador Bristow sostuvo que la Liga de Defensa de la Libertad y la Propiedad cambió el lenguaje en un importante y duradero aspecto. Antes de los años 1880, “individualismo” era un término de reproche en la mayoría de las esferas de pensamiento, referido al “atomismo y egoísmo de una sociedad liberal”. La Liga se apropió de la palabra y elevó su significado general a uno de respeto por los derechos y el carácter único de cada persona.

A pesar de todo, ¿fue exitosa la misión de la Liga de repeler el impulso socialista? En el corto plazo, lamentablemente no. Para 1914, los socialistas ya habían convencido a una gran parte de los británicos de que podían (y debían) votar para ellos una porción de la propiedad de otros. Dos guerras mundiales y una crisis en medio parecieron cementar la pretensión socialista de que su visión de la sociedad era inevitable.

Las buenas ideas, sin embargo, tienen una manera de resistir ante los intentos de aplastarla. Las malas ideas fallan tarde o temprano, y enseñan una o dos lecciones valiosas en el proceso. Gran Bretaña y casi todo el mundo le dio pase libre al socialismo en todas sus variedades durante el siglo 20. Los desastrosos resultados ampliamente reconocidos ahora subrayan las advertencias de aquellos que dijeron que solo podíamos separarnos de nuestra libertad y propiedades únicamente bajo nuestro propio riesgo.

Tal vez los guerreros de la Liga de Defensa de la Libertad y la Propiedad perdieron la batalla durante el tiempo en que vivieron, pero cien años después, sus voces ofrecen su sabiduría profética a aquellos que desean escucharlos.

miércoles, 17 de julio de 2013

Cómo se Defiende una Sociedad Libre


Artículo original escrito por Jay P. Hailey y publicado en el blog The Art of Not Being Governed el 12 de julio del 2013. Traducción hecha por Raikko Heikkilä.

Nota del Traductor: Desde que comencé a defender la idea de que es posible el surgimiento de una sociedad libre, me he topado con algunos elementos particulares que me han costado explicar bien. Un problema recurrente es el de la defensa de una sociedad sin estado. Si bien tenía una noción de cómo se puede plantear una solución, nunca he podido estructurar bien cómo se defiende una sociedad descentralizada de amenazas externas. Por lo mismo decidí traducir el siguiente artículo al español, ya que en mi opinión presenta de forma clara y didáctica una explicación de la forma en que podría ser posible una defensa eficiente y espontanea.

Raikko Heikkilä

Vamos a usar nuestra imaginación y digamos que hay una tierra de los Azules y una tierra de los Rojos. 

Azulandia es una tierra libre. Los azules no tienen un estado como se concibe comúnmente. En lugar de eso, tienen instituciones interrelacionadas que proveen sus servicios en resolución de disputas, protección y seguros.

La República de Rojostán es gobernada por un dictador con puño de hierro. El General Rojas es como Hitler o Stalin; hazlo enojar y dormirás con los peces.

Para el gobierno rojo, la frontera rojo-azul es un problema mayor. Los azules le venden cualquier cosa a cualquiera, todos están armados y se niegan a reconocer la frontera, mucho menos la idea de que el pueblo rojo le pertenece a la nación roja. La mayoría de la gente azul no se preocupa de estas cosas. A ellos no les gusta que en la tierra de los rojos el gobierno use torturas, miedo y asesinatos para imponer su voluntad.

Sin embargo, hay algunos azules que parecen disfrutar quebrando las leyes rojas. Contrabandean bienes y refugiados a través de la frontera, e incluso se contrabandean entre ellos para practicar. El dinero es demasiado bueno para dejarlo pasar; los rojos pagarían casi cualquier precio para escapar, y van a pagar cantidades extremadamente infladas por bienes escasos en la tierra de los rojos.

Los azules siempre están pensando en formas nuevas de contrabandear. El gobierno rojo puede capturar y ejecutar públicamente a un contrabandista, y aun así pareciera que otros cinco se motivan para entrar al negocio. Los azules contrabandean armas e ideas; la policía secreta roja comienza a perder agentes a los contrabandistas azules y la resistencia roja. Aquellos agentes que quedan son forzados a gastar cantidades crecientes de tiempo y recursos vigilándose unos a otros.

Mientras más duro se pone el General Rojas, más creativos se vuelven los azules.

Los refugiados rojos en la tierra azul comienzan a trabajar duro para financiar más contrabando y actividades de resistencia. El General Rojas envía asesinos, pero como todos están armados, matar refugiados rojos es una proposición peligrosa.

Pareciera que todo lo que el General Rojas hace solo genera más enojo y resistencia de parte de los azules y sus nuevos amigos rojos.

Así que el General Rojas comienza a alinear sus tanques a lo largo de la frontera. Está claro que planea invadir.

Varias compañías azules de seguros ven esto con preocupación. Cada persona azul está dispuesta a pedir una compensación a su compañía aseguradora si su propiedad es destruida en una invasión. La compañía Mutual Insurance, que asegura complejos industriales cerca de la frontera, se arriesga a perder millones.

Así que Mutual contrata mercenarios para mantener a raya a la máquina de guerra roja. Por sí mismos, no tienen posibilidades contra una invasión roja, pero Mutual no es la única empresa aseguradora amenazada por el General Rojas y sus matones. La gente que vive en el camino de la invasión también tiene un interés personal en hacerles la vida difícil a los soldados rojos y su maquinaria de guerra.

Los estrategas del General Rojas tienen un problema: no existe una capital azul, ni un cuartel general de defensa. No hay una estructura de mando monolítica. No existe respeto por una autoridad política entre los azules.

Los azules son ricos en comparación a sus contrapartes rojos. Tiempo atrás, los azules comenzaron a organizar ligas de tiro con misiles antiaéreos portátiles, en las que varios equipos compiten por premios, dinero y estatus social. El biatlón, viejo deporte tradicional azul que consiste en tiro al blanco y carreras a campo traviesa, en categorías individuales y en equipo, sigue tan saludable como siempre.

En las etapas iniciales de la invasión, las Fuerzas Armadas Rojas cumplen con todas sus tareas y toman todos los objetivos asignados sin mayor resistencia. Pero después de eso, se ven incapaces de convencer al pueblo azul de que depongan su lucha. No existe una capital ni nadie autorizado a entregar una rendición. Los rojos tendrán que derrotar a cada ciudadano azul individualmente, y ninguno de ellos verá la rendición de cualquier otro azul como una obligación a rendirse.

Mientras que la invasión parece prometedora en las fases iniciales, las consecuencias son horribles. Para empeorar las cosas, la moral de las tropas rojas está decayendo. Surgieron cantidades tremendas de contrabando entre las filas; desde drogas y pornografía a ideas y literatura sediciosa. Las estaciones de radio azules transmiten invitaciones a desertar, música moderna, y publicidad de enormes recompensas para cualquier persona que pueda llevar un avión de combate o un helicóptero militar a territorio azul. El mismísimo General Rojas está en desventaja; las compañías de seguros azules saben que la mejor manera de terminar la invasión es terminar con su vida. Hay una recompensa millonaria para cualquier individuo, rojo o azul, que acabe con su vida. Por otro lado, el General es incapaz de tomar represalias similares, ya que no existe un único líder azul.

Enfrentamientos, amenazas, coerción e incluso una invasión abierta resultan ser contraproducentes para el General Rojas. Él le podrá costar al pueblo azul mucho dinero, miseria y muerte, pero sus interacciones con una sociedad de organización espontanea desencadenó eventos que no pueden jamás ser predichos ni controlados.

Entonces, como un azul libre, que vive en Azulandia, ¿cuál será tu rol? ¿Serás un contrabandista por diversión y rebeldía? ¿Un fusilero que compite en la liga local de biatlón? ¿Un coyote que guía a la gente fuera de la tiranía y hacia la libertad?

Personalmente, me gustaría ser el DJ de radio que pone la música subversiva para el disfrute de azules y rojos por igual.

Vivir en una sociedad libre que no lleva a cabo guerras agresivas no requiere que te quedes inmóvil sin hacer nada mientras Hitler, Stalin, Mao o quien sea estén siendo unos hijos de puta. Sin embargo, como todo lo demás en una sociedad libre, los riesgos que tomas son tuyos.

Si, un tirano puede violar a su pueblo por los recursos necesarios para construir horribles maquinas de guerra. El rol de Alemania en la Segunda Guerra Mundial y cada soldado que va a Afghanistan demuestran que, mientras el asesinato y la violencia es una cosa, la conquista es algo muy diferente.

martes, 16 de julio de 2013

Fundamentos de Economía en Cinco Minutos


Serie original creada por Voluntary Exchange publicado en Facebook. Traducción por Raikko Heikkilä. Imágenes por Dusan Vilicic Held.

Fundamentos de Economía en Cinco Minutos es una rápida y didáctica introducción a los fundamentos más básicos de la ciencia de la economía.

Esta colección de imágenes está disponible para su descarga en formato PDF siguiendo este enlace.










lunes, 8 de julio de 2013

Todos los mercados se vuelven negros: Entrevista a Cody Wilson


Todos los mercados se vuelven negros: Entrevista a Cody Wilson
All markets become black. Entrevista a Cody R. Wilson por Daniel Fallenstein de la revista digital Blink. Traducida por Dusan Vilicic Held
Traducción publicada originalmente en austroanarquistas.com


Cody R. Wilson fundó el proyecto DefDist. DefDist desarrolla diagramas de piezas de armas que pueden ser producidas en impresoras 3D. Un libertario confeso, Cody responde preguntas sobre su integridad política, la integridad estructural del arma y la desintegración del estado.

Blink: Cody, la revista Wired te puso en su lista de las 15 personas más peligrosas del mundo. ¿Tengo que tener miedo ahora?

Cody: La histeria que nuestro esfuerzo está generando es una función de cuánto la gente odia (y teme) a su propia libertad radical. Somos futuristas operando con recursos limitados en los límites de una tecnología poco fiable. Nuestra visión es lo que más ofende. Para los estatistas, esta visión es difícil de apropiar (Pero, pero, teníamos planes!). *Ese* es el poder.

Blink: La página de inicio de su proyecto defense dist parece un sueño libertario hecho realidad. Hay armas, Hágalo Usted Mismo, Bitcoins, y una banda de partidarios libertarios. Pareciera que solo falta el asunto de la legalización de las drogas.


Cody: Creo que el asunto de las drogas está incluido por implicancia, a decir verdad. El arma es un poderoso análogo para cualquier bien material. La lógica del proyecto se extiende a todos los aspectos de la vida humana. ¿Cómo podemos utilizar la Internet y el capital productivo para desintermediar actores estatales y expandir esferas de acción libre? El mercado completo, incluso las divisas, debería volverse negro.

Blink: De acuerdo a tu perfil en defense dist eres "un estudioso de Bastiat, Hoppe y Anthony de Jasay". ¿Podrías referirte a tus bases filosóficas antes de que nos lancemos al proyecto? ¿Cuánto estado aceptarías en tu vida?

Cody: Veo a DefDist como practicar una especie de vivir una "crítica inminente", tomando prestado de Marcuse. Al menos una crítica del Constitucionalismo Americano. Todos nos identificaríamos como libertarios civilizados, pero Ben y yo somos más anarquistas de mercado. No creo que un estado como es concebido tradicionalmente por la ciencia política sea necesario para la planificación y organización de la sociedad en adelante. Los estados democráticos en especial son sistemas de fallas que organizan masivos desperdicios humanos y económicos, guerra y mala inversión. ¡De seguro mis compatriotas alemanes saben mejor que yo los problemas de la unión política y fiscal! Veo un futuro de comunidades federales y estados lentamente desintegrados y reaccionarios. Es imperativo comenzar a usar criptodivisas y comercio privado para privar de sustento a estas bestias.

Blink: ¿Cuál es el rol que juegan en general acá las criptodivisas?

Cody: Uno MUY grande. De hecho, esto es donde ahora estoy intentando gastar mi tiempo cuando estoy libre de mis requerimientos diarios de Defense Distributed. Las criptodivisas debieran ser el mecanismo para financiar la visión de hombres como Tim May. Es interesante que no estemos viendo una adopción más acelerada.

Blink: ¿...y Bitcoin en particular?

Cody: Bitcoin es la criptodivisa más exitosa por una cantidad de razones, pero diariamente está probando ser un excelente caso de prueba. La economía es grande. Los intercambios funcionan, y funcionan bien. Estamos comenzando a ver restaurantes y proveedores de servicios aceptar pago. No estoy de acuerdo con algunos de los esfuerzos del proyecto de cortejar cuerpos regulatorios y naciones estado, pero confío en que cuando la divisa se vuelva cautiva de los intereses regulatorios, una divisa que le haga la competencia y un código de génesis tomarán la delantera. En esa materia de competencia de divisas, de seguro esto debe ser el futuro. Diré más sobre esto a inicios del 2013. En un video.


Blink: Por favor explica por qué crees que es importante estar armado para ser libre.

Cody: Yo haría una distinción aquí. No creo que sea importante estar armado para ser libre. Creo que es importante *tener la libertad de estar armado* si así lo escoges. Los derechos de armas comienzan con los derechos de propiedad y se extienden a los derechos de auto-preservación. Los estados simplemente no pueden justificar esta expropiación, independiente de los apologistas sensibleros que desfilan en la TV.

Blink: ¿Y cómo contribuye la impresión en 3D a la libertad?

Cody: La impresión en 3D bien podría ser la tecnología que abra la producción limitada , personal, en una forma que contribuya a autosuficiencia de la comunidad fuera de un modelo de grandes empresas/corporatista. Ahora introduciré el asunto de las drogas -imagina la tecnología avanzada a ensamblaje molecular. Crea tu propia farmacia en la comodidad de tu hogar. Esto podría ser más grande de lo que sabemos. De forma importante, la impresión 3D podría tomar mucha de la producción fuera de los canales tradicionalmente legalmente encapsulados. El mundo podría comenzar a lograr el ideal social de los tempranos socialistas y anarquistas- cada uno de nosotros tendrá mayor acceso a los medios de producción.

Blink: Pero hasta ahora solo has producido un recibidor inferior. Cañones y cerrojos parecen lejos aún. ¿Son siquiera posibles de imprimir?

Cody: Si, todo ya puede ser impreso. La pregunta, como indicas- es integridad y fuerza. Tenemos ingenieros mecánicos dedicados a los problemas únicos de la integridad del cañón, percutores, y cerrojos. Veo estos solo como problemas interesantes a resolver, y revelaré nuestro acercamiento en el dulce avance del tiempo.

Blink: Sin contar los límites técnicos, ¿Qué impedimentos esperas de organizaciones de gobierno? No puedes negar que estás socavando su poder de limitar el acceso a ciertos tipos de armas. Ellos ciertamente deben reaccionar.

Cody: Espero cualquier cantidad de sobrerreacciones, censura, e intimidación. Espero ser enormemente cargado, molestado, y amenazado. Pero seguiré sus mezquinas reglas donde sea sujeto a su jurisdicción y amenazas de violencia. Y cuando ellos ya no me ofrezcan refugio, iré a algún lugar que lo haga.


Blink: Eric S. Raymond, pionero del código abierto, entusiasta de las armas y pensador libertario (Imprimimos su controversial manifiesto anti-idiotario en Blink 03), te ha respaldado en agosto. ¿Cómo te sientes al respecto?

Cody: ESR entiende la libertad. Él lo entiende. No puedo decir lo mismo de Richard Stallman, a quien veo como un estatista corriente. El código abierto será nuestro modelo para licenciar desarrollos. BSD, Zlib, etc. modificados. La ayuda de ESR ya ha sido de enorme beneficio.

Blink: Si te permites fantasear un poco. Comparte tu idea de a lo que estás apuntando.


Cody: No soy más que un conducto para la ideología. La democracia neoliberal moderna es un ídolo que está cayendo a pedazos. El Dios ha fallado, por invocar a Hoppe. Pretender que existimos en una meseta histórica permanente de civilización es absurdo y desesperado, y aún así esto es la única cosa cercana a un programa político en la mayoría de naciones de la OCDE. Tal vez la esperanza es que la tecnología realmente puede permitir para un movimiento de descentralización- comprender que muchos de nuestros contemporáneos van a aferrarse a cualquier ruina de los viejos órdenes soberanos que quede.

Comunidades federadas, independientes pero interconectadas. Más votar con tus pies. Tal vez no diferente de las ciudades-estado de la antigüedad. La historia está rimando.

domingo, 7 de julio de 2013

Una experiencia que realmente formó mi pensamiento


Una experiencia que realmente formó mi pensamiento

Artículo original escrito por Simon Black y publicado en Sovereign Man el 24 de mayo del 2013. Traducción hecha por Dusan Vilicic Held

Hace años siendo un joven oficial de inteligencia, serví una temporada en Arabia Saudita dirigiendo un equipo de analistas y agentes de contra-terrorismo.

Solíamos tener “grupos de trabajo de amenaza” regulares, una forma presuntuosa de decir que nos juntábamos en la Embajada Estadounidense para reuniones con el staff de la embajada, operadores locales de la NSA, y operativos de la CIA trabajando encubiertos en el país.

El tono de las reuniones era siempre el mismo- mirar variados reportes y discernir qué inteligencia era creíble.

Parecía que cada semana oiríamos sobre algún terrorista con una bomba del tamaño de un maletín, y los burócratas entrarían en un vivo debate sobre si evacuar o no a los Estadounidenses.

Un día, recuerdo, mi amigo que era el suboficial de mayor antigüedad interrumpió y dijo, “¿Qué pasa con los Suecos?”

Silencio. Podrías haber escuchado caer un alfiler.

Un oficial de la embajada lo miró, confundido. “¿Sargento?”

“¿Qué pasa con los Suecos? ¿Evacuamos a los Suecos también?”

Los miembros del personal de la embajada se miraron entre ellos, se encogieron de hombros un poco, “Oh seguro, seguro, coordinaremos eso con Washington.” Y la discusión continuó.”

“¿Qué pasa con los Sauditas?”

Silencio de nuevo. Y entonces realmente fue al grano. “No es solo sobre Estadounidenses, saben. Su sangre también vale algo.”

Nunca lo olvidaré. Para mi fue formativo. Pero para los burócratas del gobierno, era como si él estuviera hablando en Griego. Simplemente no entendieron el concepto.

Es tan común... y uno de los aspectos más desafortunados de la humanidad. Nos agrupamos, definiéndonos mutuamente por cosas irrelevantes como nacionalidad o el color de nuestros pasaportes.

La nación estado moderna sólo ha servido para reforzar este propósito. El patriotismo pomposo y ondeador de banderas impulsa un sentimiento de que otras personas son menos importantes- que sus vidas valen menos que nuestras vidas... como si no fuéramos todos seres humanos.

Para darles un crudo ejemplo, el ex Primer Ministro Británico David Lloyd George fue un ruidoso opositor de las restricciones de la Convención de Ginebra para prevenir que aviones Británicos bombardearan ciertos blancos civiles.

Él tenía un largo historial de esto, habiendo lanzado 97 toneladas de bombas y disparado 183.861 balas a civiles Iraquíes en una sublevación de 1920 en contra de la ocupación Británica.

De acuerdo a su señora en memorias posteriores, George se opuso a cualquier restricción de ese tipo porque quería “reservar el derecho... de bombardear negros!”

A pesar que tal lenguaje es intelectualmente espantoso hoy, muy poco ha cambiado en este sentimiento: nuestras vidas valen más que las de otras personas.

El Presidente Obama realmente demostró este punto en un discurso ayer que apasionadamente defendió los ataques con drones- algo que la Casa Blanca llama “necesario, legal, y justo.”

Ahora, es posible que haya visto un discurso menos sincero en mi vida. Pero realmente no puedo recordar cuándo.

Como el presidente declaró, los ataques con drones son “efectivos” y han “salvado vidas.”

Así dice el Premio Nobel de la Paz. Pero imagino que hay una cantidad de civiles muertos que discreparían con su afirmación si pudieran.

Con “salvado vidas”, él obviamente quiere decir “vidas Estadounidenses”. Por supuesto, nunca sabremos, ya que ellos no revelan ninguna información y se supone que debemos aceptar la palabra del gobierno sin cuestionarla.

Yo no lo hago. Habiendo estado dentro de la máquina una vez, sé que hay cero certeza en el negocio de la inteligencia... lo que hace todo el cálculo moralmente reprensible.

Mi diccionario define la palabra sociópata como “una persona con un desorden de personalidad que se manifiesta en actitudes y comportamientos en extremo antisociales y una ausencia de conciencia.”

Creo que el zapato calza. Como mínimo, esta política... esta estrategia... es sociopática. Demuestra una falta de conciencia por el valor de la vida inocente en ultramar y es otra masiva mancha moral en los políticos que reinan sobre la Tierra de los Libres.

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viernes, 5 de julio de 2013

Esperando una Revolución 2.0




Artículo original escrito por Simon Black y publicado en Sovereign Man el 10 de junio del 2013. Traducción hecha por Raikko Heikkilä.


En una pista de esquí se encuentran dos tipos de personas. El primer grupo está compuesto de gente que nació con esquíes en los pies. El segundo grupo lo compone la gente que es humillada por el primer grupo.

Como crecí en Texas, nunca vi nieve hasta que pasé mi primer invierno en West Point (estado de Nueva York) cuando tenía 17. Por lo mismo, desafortunadamente me encuentro en el segundo grupo, pero hago lo mejor que puedo para disimularlo desde entonces. Este fin de semana fui a mi primera salida de la temporada en las pistas de esquí; es invierno aquí en Chile, pero no se hace notar demasiado, ya que la temperatura máxima de ayer fue de 21°C, con un cielo soleado y azul.

Si eres un esquiador (en cualquiera de ambos grupos), les recomiendo venir a esquiar aquí. El polvo andino es fantástico y hay dos centros de esquí de calidad a solo 45 minutos de la bulliciosa capital de Chile. Lo que es mejor, incluso en las hermosas tardes invernales de domingo el lugar estaba casi desierto; mientras que en los mejores centros de esquí en Norteamérica tienes que esperar 20 minutos para subir a la telesilla, aquí mis amigos y yo teníamos prácticamente la ladera entera para nosotros. Fue increíble.

Este es uno de los mayores beneficios de estar en Chile. No es por el esquí en sí, sino por el estilo de vida en general. Puedes conseguir todo lo que quieras aquí, por lo que hay que hacer muy pocos sacrificios, si hay que hacerlos del todo.

Les cuento esto como parte de un punto mucho más grande. Noten todo lo que ha sido revelado últimamente a la luz pública: los gobiernos occidentales, moral y financieramente corruptos, han recurrido a la confiscación directa de las cuentas bancarias de su gente. Han usado sus servicios de impuestos para hostigar a los grupos políticos de oposición. Han utilizado a sus agencias de inteligencia para vigilar a sus propios ciudadanos y a la prensa.

Han destruido completamente cualquier vestigio restante de un mercado libre. Han saqueado sistemáticamente los ahorros de la gente a través de la inflación. Han endeudado a las futuras generaciones, las que no nacerán en décadas. Han manipulado el valor del dinero, creando así enormes distorsiones y burbujas en todos los mercados financieros.

El listado de flagrantes infracciones cometidas por estos gobiernos es similar a una versión moderna de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, en la que Thomas Jefferson elocuentemente anuncia la lista del “largo tren de abusos” de la Corona Británica, incluyendo:

  • Ha establecido una multitud de nuevas oficinas, y ha enviado enjambres de oficiales a acosar a nuestra gente y consumir su sustento. 
  • Ha obstruido la administración de la justicia. 
  • Está en estos momentos enviando enormes ejércitos de mercenarios extranjeros para completar las labores de muerte, desolación y tiranía. 
  • Por quitarnos nuestras Cartas, abolir nuestras más valiosas leyes, y por alterar fundamentalmente las formas de nuestros gobiernos. 

¿Suena familiar?


Hemos hablado sobre las soluciones en nuestros correos diarios y publicaciones especiales por años, y tiene mucho sentido considerar la posibilidad de conservar metales preciosos en el extranjero, establecer cuentas bancarias en países estables, transferir la cuenta de retiro al exterior, etc.



Pero si realmente quieres declarar tu propia independencia y recuperar tu soberanía personal, esto puede significar que tengas que salir rápidamente de tu país, porque si la historia nos muestra algo, es que solo puede ponerse peor; esto es solo el comienzo.


La historia nos enseña que las naciones desesperadamente insolventes invariablemente recurren a vanos intentos despóticos de control, como control del capital, de los sueldos y los precios, de sus fronteras y sus ciudadanos. Mientras peor sea la situación, las tácticas se vuelven más destructivas.

Tiene mucho sentido tener un lugar donde escapar, o por lo menos saber a donde puedes ir tú y tu familia si llegara a ser necesario dejar el país. Objetivamente hablando, esta es una mejor aproximación al problema que esperar en casa a que comience una Revolución 2.0. Si realmente quieres ayudar, vas a estar en una mejor posición para hacerlo desde el exterior, con tu familia y tus ahorros intactos.

El mundo es un lugar grande, y existen muchas opciones excelentes, incluyendo a Chile. Sería prudente comenzar a considerar estas opciones ahora, porque el mejor momento para empezar a buscar no será cuando estés empacando tus maletas.