viernes, 5 de julio de 2013

Esperando una Revolución 2.0




Artículo original escrito por Simon Black y publicado en Sovereign Man el 10 de junio del 2013. Traducción hecha por Raikko Heikkilä.


En una pista de esquí se encuentran dos tipos de personas. El primer grupo está compuesto de gente que nació con esquíes en los pies. El segundo grupo lo compone la gente que es humillada por el primer grupo.

Como crecí en Texas, nunca vi nieve hasta que pasé mi primer invierno en West Point (estado de Nueva York) cuando tenía 17. Por lo mismo, desafortunadamente me encuentro en el segundo grupo, pero hago lo mejor que puedo para disimularlo desde entonces. Este fin de semana fui a mi primera salida de la temporada en las pistas de esquí; es invierno aquí en Chile, pero no se hace notar demasiado, ya que la temperatura máxima de ayer fue de 21°C, con un cielo soleado y azul.

Si eres un esquiador (en cualquiera de ambos grupos), les recomiendo venir a esquiar aquí. El polvo andino es fantástico y hay dos centros de esquí de calidad a solo 45 minutos de la bulliciosa capital de Chile. Lo que es mejor, incluso en las hermosas tardes invernales de domingo el lugar estaba casi desierto; mientras que en los mejores centros de esquí en Norteamérica tienes que esperar 20 minutos para subir a la telesilla, aquí mis amigos y yo teníamos prácticamente la ladera entera para nosotros. Fue increíble.

Este es uno de los mayores beneficios de estar en Chile. No es por el esquí en sí, sino por el estilo de vida en general. Puedes conseguir todo lo que quieras aquí, por lo que hay que hacer muy pocos sacrificios, si hay que hacerlos del todo.

Les cuento esto como parte de un punto mucho más grande. Noten todo lo que ha sido revelado últimamente a la luz pública: los gobiernos occidentales, moral y financieramente corruptos, han recurrido a la confiscación directa de las cuentas bancarias de su gente. Han usado sus servicios de impuestos para hostigar a los grupos políticos de oposición. Han utilizado a sus agencias de inteligencia para vigilar a sus propios ciudadanos y a la prensa.

Han destruido completamente cualquier vestigio restante de un mercado libre. Han saqueado sistemáticamente los ahorros de la gente a través de la inflación. Han endeudado a las futuras generaciones, las que no nacerán en décadas. Han manipulado el valor del dinero, creando así enormes distorsiones y burbujas en todos los mercados financieros.

El listado de flagrantes infracciones cometidas por estos gobiernos es similar a una versión moderna de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, en la que Thomas Jefferson elocuentemente anuncia la lista del “largo tren de abusos” de la Corona Británica, incluyendo:

  • Ha establecido una multitud de nuevas oficinas, y ha enviado enjambres de oficiales a acosar a nuestra gente y consumir su sustento. 
  • Ha obstruido la administración de la justicia. 
  • Está en estos momentos enviando enormes ejércitos de mercenarios extranjeros para completar las labores de muerte, desolación y tiranía. 
  • Por quitarnos nuestras Cartas, abolir nuestras más valiosas leyes, y por alterar fundamentalmente las formas de nuestros gobiernos. 

¿Suena familiar?


Hemos hablado sobre las soluciones en nuestros correos diarios y publicaciones especiales por años, y tiene mucho sentido considerar la posibilidad de conservar metales preciosos en el extranjero, establecer cuentas bancarias en países estables, transferir la cuenta de retiro al exterior, etc.



Pero si realmente quieres declarar tu propia independencia y recuperar tu soberanía personal, esto puede significar que tengas que salir rápidamente de tu país, porque si la historia nos muestra algo, es que solo puede ponerse peor; esto es solo el comienzo.


La historia nos enseña que las naciones desesperadamente insolventes invariablemente recurren a vanos intentos despóticos de control, como control del capital, de los sueldos y los precios, de sus fronteras y sus ciudadanos. Mientras peor sea la situación, las tácticas se vuelven más destructivas.

Tiene mucho sentido tener un lugar donde escapar, o por lo menos saber a donde puedes ir tú y tu familia si llegara a ser necesario dejar el país. Objetivamente hablando, esta es una mejor aproximación al problema que esperar en casa a que comience una Revolución 2.0. Si realmente quieres ayudar, vas a estar en una mejor posición para hacerlo desde el exterior, con tu familia y tus ahorros intactos.

El mundo es un lugar grande, y existen muchas opciones excelentes, incluyendo a Chile. Sería prudente comenzar a considerar estas opciones ahora, porque el mejor momento para empezar a buscar no será cuando estés empacando tus maletas.

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